Un poquito de aire al tema. Bien, aprendí Linux allá por mediados de los 90 pero no llegué a usarlo realmente hasta el 2006 con las nuevas distribuciones tan preparadas y fabulosas. :-)
Como buen hijo de vecino me llamó la atención Ubuntu (6.4), ¡su color caca realmente me gustaba!, me recordaba a mi etapa cuando usé Mac, la simplicidad del entorno Gnome y la distro en general me cautivó, luego comencé a repasar de nuevo lo que aprendí tiempo atrás, entre la inestabilidad y la infinitas versiones acabaron con mi paciencia, entonces pasé a openSUSE en alguna de sus primeras versiones como 'open'.
OpenSUSE realmente es atractiva, pero además de ser algo pesada (el sistema de paquetes sobre todo) tiene mucha dependencia de las herramientas gráficas de administración (YaST2 y SaX2; SaX2 creo que acabó obsoleta), tanto que puedes editar un archivo de configuración y no obtener un resultado deseado, cuando llevas tiempo utilizándola te das cuenta que las herramientas gráficas no cubren todo y se queda pequeña. Todas estas peculiaridades que cuento de una u otra distribución tal vez las hayas leído en algún sitio (linuxquestions.org, polishlinux.org, ...), pero realmente no sabes que significan hasta que no las experimentas.
Entre cacharreo y cacharreo de otras distros decidí probar Debian GNU/Linux, siempre me pareció fea, una maqueta a gusto de todos, sin acabar, pero era hora de ponerse en serio, de aprender. Es una distro que realmente funciona y su ingente cantidad de paquetes te hace sentir como en un campo de orégano. Debian la usé durante al menos dos años y me dí cuenta que al final estaba en las mismas que con Ubuntu, me dedicaba a abrir esto o lo otro, a navegar, dos clics y fuera, aunque en el fondo aprendí algunas pequeñas cosas. Cuando se usa Linux es normal tener un LiceCD o USB para arranques de emergencia o tareas de administración, cosa que cubría Knoppix por aquello de no salir de la distribución padre y /cambiar/ de sistema, el caso es que es una distribución muy lenta y con demasiadas pretensiones. Era hora de otro cambio, vamos a ver Slackware.
Slack, distribución hecha para cubrir las necesidades de un tal Pat, en su justa medida. Poco software oficial y sin herramientas gráficas de configuración, todo al dedo. Reconozco que al principio estaba dudoso y me costó hacerme con ella, pero no fue más que unas pocas semanas. Tiene el software algo más actualizado que Debian y es igual o más estable -sí, existe la rama testing de Debian pero creo que no estaba indicada para mis usos, ¡por algo mandé a paseo Ubuntu!, ya sé ya sé, no se pueden comparar-. El caso es que cuando comprendes la filosofía de Slack, el hazlo tú mismo, la simplicidad y el aprender, la distro se hace tuya. Ahora no llego a comprender por qué Debian se empeña en empaquetar y empaquetar miles de aplicaciones, metapaquetes y /minipaquetes/ con librerías perdidas, y querer ser compatible con tanta arquitectura, que sí que sí, por algo le llaman el sistema universal, pero es que empieza a ser una distro demasiado compleja y con demasiadas pretensiones para mi gusto. No quita que algún día _tenga_ que volver a Debian, la jodía funciona de lo lindo.
Era hora de sustituir Knoppix, como no, Slax era la que apuntaba. Sopresa, super rápida, bonita y mágica, extensible mediante módulos. Fácil de meter en un USB y cubre con mis básicas necesidades de administración. Adiós Knoppix, sorry, siempre te querremos.
Al final uno comienza mirando que si la comunidad, que si la empresa que hay detrás, que si el soporte, que si que bonito es mi Gnomo, pero realmente cuando se acaba manejando se hace lo que ya sabemos, escoger la que más se ajusta a tus necesidades y eso se descubre con el uso. Slack no será moderna en cuanto a su instalador o manejador de paquetes, pero me obliga a aprender -al menos más que Debian- y es lo que quiero. Al final ni Debian ni Slack nos van a salvar el culo en nada, sólo nosotros mismos y eso se hace aprendiendo.
Hay una cosa que me llama la atención y es que se tacha a las distribuciones Linux como un empaquetamiento de software (núcleo Linux, herramientas GNU, aplicaciones, ...) y no un sistema completo e integrado como así dicen de BSD; no creo que sea tan testimonial salvo para los desarrolladores de cada distribución.
FreeBSD, lo he intentado dos veces con KVM y no acabo de cogerle el tranqui, cualquier día de estos...
Hale, ¡a cagarla a Parla! ^_^