Windows 8 traerá consigo una total remodelación de su comportamiento a la hora de conectarse a redes inalámbricas, poniendo el foco en la gestión de Internet móvil para el ahorro de tráfico, optimizar costes.
Que en los últimos años las conexiones a Internet a través de redes móviles 3G han tenido un gran auge ya no es ninguna sorpresa, con la popularización y el abaratamiento de los smartphones y portátiles con ranura SIM.
Microsoft recoge la situación actual del mercado para su próximo sistema operativo Windows 8, que será común para ordenadores personales y tablets, en plataformas hardware tanto x86 (Intel, AMD) como ARM (Qualcomm, NVIDIA Tegra).
La realidad es que los usuarios cada vez tienen mayor necesidad de estar conectados a Internet en cualquier lugar, buscando la misma sensación de movilidad con los PCs que la que obtienen con los dispositivos móviles. Y, aunque las conexiones a Internet móvil se integraron en Windows 7, es relativamente normal seguir toda una serie de pasos previos (instalación de drivers), configuraciones de APNs, o utilizar aplicaciones específicas.
Para evitar esto, Windows 8 incorporará un driver genérico que funciona con todos los módems, USB o integrados en el PC, y smartphones, con lo que no será necesario en principio instalar nada más. Este software utiliza la tecnología Mobile Broadband Interface Model especificada por el Foro de Desarrolladores de USB, y que la mayoría de fabricantes ya están adoptando.
Control del tráfico en Internet móvil integrado
Donde más han progresado ha sido en el apartado de Internet móvil, ya que además de facilitar la configuración de conexiones 3G y 4G como ya hemos dicho, añadirá toda una serie de funciones para tener controlado el gasto.
Se podrá monitorizar cuánto tráfico se ha utilizado en la conexión en términos generales o más específicamente en el Administrador de Tareas, donde se indicará cuántos MB ha consumido cada aplicación para actuar al respecto.
En cuanto a las temidas (por su tamaño) actualizaciones del sistema que se procesan en segundo plano, Windows 8 cuando esté conectado a través de red móvil inhibirá por defecto su descarga a excepción de los parches de seguridad críticos.
Además, el sistema operativo tendrá una interfaz integrada para contratar directamente planes de datos con las distintas operadoras a través de aplicaciones específicas de cada una o redirigiendo al portal correspondiente.
Reconexiones a Wi-Fi más rápidas
Por otra parte, el comportamiento del sistema operativo en Wi-Fi también se ha mejorado, con un sistema más avanzado para determinar las redes preferidas del usuario e incluso para evitar engorrosos procesos de autenticación en hotspots públicos.
También Windows 8 será capaz de reconectar en apenas un segundo desde que el ordenador vuelve desde un estado de reposo, gracias a que el sistema operativo mantiene la información de las redes preferidas.
Por último, cuando el usuario esté conectado por 3G o 4G y se detecte una red Wi-Fi preferida, el sistema operativo automáticamente pasará a utilizar la segunda para ahorrar en el bono de tráfico.
En definitiva, parece que el hecho de que el mismo software se pueda utilizar en PCs de sobremesa, portátiles y tablets ha hecho que la próxima versión del software más popular de Microsoft traiga avances importantes respecto a versiones anteriores a la hora de tratar con las redes inalámbricas.
