Lo dice José Cervera y estoy de acuerdo con él. Telefónica sacó partido de Terra y tras traficar con ella, la recupera por menor valor, a precio casi de saldo. Aunque Terra se mantendrá previsiblemente como entidad jurídica dentro de Telefónica, su estructura corporativa será asumida desde la matriz, lo que significará la desaparición de las direcciones de finanzas, recursos humanos y márketing, entre otras, con el consiguiente ahorro de costes para el grupo. Ahora ya no competirán entre sí por el mercado de ADSL.
En (link roto) dan algunas claves del asunto: ya no se podía exprimir más la gallina de los huevos de oro, la CMT paralizaba sus iniciativas por considerarlo operador dominante a pesar de sus 200.000 clientes y este año Telefónica se está jugando su posición de dominio frente a cableras y otros operadores. La operación favorece a Telefónica desde casi todos los prismas. Además del ahorro en estructura empresarial, la integración da acceso a la operadora a una tesorería de 470 millones de euros y abre las puertas a mayores beneficios fiscales.
El futuro de Terra es una incognita ya que debe permanecer todavía en algunos mercados latinoamericanos. Tras la OPA de hace unos meses, estaba cantado lo que iba a ocurrir, incluso se podía presumir el precio pero los accionistas minoritarios han estado viendo como Telefónica desinflaba -ventas de OneTravel y Lycos- la empresa para comprarla ahora. Éstos, han pedido a la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV) la suspensión de la fusión por ocultar una compra a menor valor y además con un canje de acciones. En algunos foros se podía leer: "Si las quieren, que las paguen".
No les falta razón a los pequeños ahorradores a los que un día, les contaron que Terra, fundada en 1999 a partir de la compra y posterior fusión de la española Olé, la brasileña ZAZ, la guatemalteca Infovía y la chilena Infosel, era una maravilla en la que había que invertir, confiar y esperar resultados de su dinero. En plena burbuja especulativa puntocom Telefónica entregó el 24%, y sus acciones en el año 2000, llegaron a costar 157 euros. Ahora, recupera la empresa a precio de regalo. El que no supo vender, ha perdido mucho dinero en este tiempo y ya desde la venta de Lycos (a precio mucho menor), se veía el horizonte que hoy hemos alcanzado.
