Permíteme que disienta.
No es necesario saber leer para comenzar usar un ordenador. Ese ordenador puede tener un programa para enseñarte a leer, y otro para enseñarte a usar el ordenador de maneras más complejas, matando tres pájaros de un tiro. Por ejemplo, te puede permitir comunicarte y compartir archivos con tus vecinos, a través del enlace WiFi (o WiMax, cuando toque), e incluso a través de conexiones a Internet por satélite, dotadas por ONGs y gobiernos como parte de los programas de desarrollo.
Imagínate un proyecto de desarrollo en algún punto de África, por el cual una ONG proporciona a todos y cada uno de los alumnos de una aldea atrasada uno de estos ordenadores. Proporciona así mismo formación para los profesores y otros ordenadores (quizás más avanzados) para que los profesores los usen en las clases. Se instala también una antena de satélite con una conexión a Internet, así como una red WiFi o WiMax para distribuir la señal hasta las propias casas de los alumnos.
A partir de este momento, los niños de la escuela no necesitan papel y lápiz (caros y difíciles de obtener en la zona) para hacer sus deberes. El profe les manda los deberes como archivos, y los alumnos se los devuelven al día siguiente.
Cuando el profe lo considera oportuno, se descarga los "libros de texto" de un repositorio benéfico, y los distribuye electrónicamente a sus alumnos. Actualmente no es raro encontrar escuelas rurales de África que siguen usando libros de la década de los cincuenta. Con este método, cada niño tendría sus libros actualizados por un coste prácticamente de cero.
La historia no termina cuando los niños vuelven a casa. En casa lo usan para comunicarse (chat o VoIP) con sus vecinos, con gente de otras aldeas o con familiares en las ciudades y el extranjero. Hemos pasado en un instante de una aldea sin ningún teléfono ni televisión a un pueblo muy bien comunicado con el resto del mundo. Los usuarios pueden descargarse, ya sea legal o ilegalmente, todo tipo de libros desde Internet, y si el ancho de banda lo permite (difícil todavía) también podrán bajarse música e incluso películas.
Los profesores,los médicos y hasta los agricultores y ganaderos locales pueden usar estos aparatos para recibir ayuda de expertos, que les aconsejan sobre la mejor solución para sus problemas.
La mejor comunicación facilita la creación de cooperativas agrícolas y de redes comerciales, permitiéndo al pequeño agricultor y al artesano -por vez primera en su historia- obtener beneficios abundantes a cambio de su trabajo. La mejor educación aumenta y mejora las capacidades productivas, la higiene, la salud, la calidad de ocio y la calidad de vida en general. La economía experimenta un "boom" impresionante, y las hambrunas y epidemias se convierten en un recuerdo.
Y todo ello por un gasto ridículo. Los ordenadores para una aldea con 100 alumnos costarían 10.000 $, la infraestructura para satélite y WiFi podría costar 2.000 $ más, y el enlace por satélite podría costar 500 $ al mes- o ser donado por una empresa de comunicaciones que a cambio obtenga buenos beneficios fiscales.
La ONG responsable de la acción debería proporcionar también un agente de campo con medios y conocimientos para reparar los ordenadores, solucionar fallos, etc. Este agente de campo podría estar disponible para varias aldeas próximas, incluídas en programas del mismo tipo.
Estos ordenadores, utilizados correctamente, podrían ser el mayor cambio que jamás haya habido en África, y para variar, sería un cambio a mejor.
Perdón por el ladrillo, pero aún me dejo un montón de cosas en el tintero.
Saludos