Tras revisar la cadena de valor de la industria y su inadaptación al nuevo entorno, traté de emplazarlos a plantear la reforma de la ley del copyright en términos de "viejo modelo vs. nuevo modelo": el viejo modelo, el centrado en torno a los soportes y las copias, es un caballo muerto. Y cuando tienes un caballo muerto, puedes usar un látigo mejor, cambiar de jinete, amenazar al caballo con despedirlo, nombrar un comité de estudio de caballos muertos, visitar otros países a ver como montan caballos muertos, cambiar las leyes para favorecer a los caballos muertos, reclasificarlos como "vivos inmóviles", unir varios caballos muertos en un mismo tiro, subvencionarlos, promocionarlos como supervisores de otros caballos, redefinir las prestaciones de los caballos para que los muertos cualifiquen mejor… pero al final, estarás mejor desmontando y cambiando de caballo
Son palabras de Enrique Dans, profesor del Instituto Empresa, en su comparecencia ante la Subcomisión de Propiedad Intelectual del Congreso de los Diputados que estudia la reforma de la Ley de Propiedad Intelectual y donde diversas asociaciones de empresas tecnológicas y consumidores exigieron hoy también que se cambie antes de que termine la legislatura la ley para reformar el actual canon digital.
Los modelos que no funcionan no deben subvencionarse sino, simplemente, cambiarse. Fruto de este apoyo a la industria, la misma que quiere que no copies mientras te vende un reproductor mp3, ha sido el Anteproyecto de Ley de Economía Sostenible con una disposición final primera hecha a medida de estas empresas, que ha terminado con muchos internautas unidos bajo la bandera de Red SOStenible que, en estos instantes, diseña un calendario de acción para los próximos meses mientras se reúne con representantes nacionales e internacionales de partidos políticos, representantes de la cultura y legaciones diplomáticas.
Richard Stallman, impulsor del proyecto GNU, resumió hace un mes en Techdirt cómo es posible buscar nuevas fórmulas para ganar dinero con la creación musical, exponiendo ejemplos muy concretos -no los manidos Spotify e iTunes- de artistas que se han buscado la vida para ganar dinero con sus creaciones. Y no sólo conocidos, cuya visibilidad pasada les da ventaja en el océano de Internet, sino de pequeños cantantes que han sabido superar eso de ganar dinero con cada copia. Con la base de dar su música sin cobrar, se han sacado de la chistera ideas como pre-venta de entradas a bajo coste, hacer conciertos en un lugar concreto si hay un número elevado de fans que lo piden, ediciones limitadas con firmas, subastas de objetos de una gira, caja de CD que es un instrumento (con jack incluido), votaciones para elegir las mejores mezclas que formaran parte de las canciones del repertorio, dar unos cuantos conciertos directamente en el hogar de un seguidor...
La crisis trae la mejor de las innovaciones... pero sólo en quienes quieren cambiar.