
Desde que se presentaran hace ya casi cinco años, las DNS de Google se han convertido en el servicio de resolución de nombres más popular, por la facilidad para recordarlas y su rapidez de respuesta, sobre todo desde que tienen servidores locales en España.
8.8.8.8 y 8.8.4.4 son utilizadas diariamente por millones de internautas para navegar por la red y esto otorga a Google una posición privilegiada para saber a que servicios accede el público. Conscientes de que esto puede levantar suspicacias, la compañía del buscador explica que datos almacena, por qué motivo y durante cuanto tiempo.
Los servidores almacenan dos conjuntos de datos. El primero, que contiene los datos más sensibles, como la dirección IP del usuario o el dominio resuelto, tan solo se almacena durante 24 a 48 horas. Su función es prevenir ataques DDoS cuando detecta demasiadas peticiones desde una misma IP o detectar cuando un dominio está caído para un rango de IP's.
Durante las siguiente dos semanas, tan solo se mantiene información acerca de la geolocalización del usuario, con el fin de detectar abusos. Finalmente solo una muestra aleatoria de todos los logs se guarda de forma permanente.
Google asegura que nunca interrelaciona los datos de los servidores DNS con los que le proporcionan otros servicios suyos.
Resumiendo, entre los datos más relevantes que almacena Google cuando utilizamos sus DNS se encuentran los siguientes: IP, proveedor de internet y geolocalización y en cualquier caso durante un tiempo limitado que no supera las dos semanas.