Dos científicos de la Escuela Politécnica Federal de Lausana (EPFL) han desarrollado un método que multiplica por diez la velocidad de transmisión de datos en cables de fibra óptica. Se basa no en la reducción del espacio entre los pulsos de luz emitidos para enviar información sino en su forma sin tener que hacer modificaciones en el cable de fibra. Además de aprovechar la infraestructura instalada, aseguran que es relativamente barata y sólo tendrían que ser cambiados los transmisores.
En los intercambios modernos de telecomunicaciones, los datos son transportados entre las dos antenas de fibras ópticas, por medio de una serie de pulsos de luz que forman los códigos. El problema con este sistema es que el volumen de datos transmitidos en un tiempo no se puede aumentar. Si los pulsos se acercan demasiado juntos, ya no proporcionan los datos de forma fiable.
¿Cómo funcionaría?
En vez de acortar los pulsos, se trata de cambiar su forma para "encajarlos". En la práctica, la forma de pulso se determina por su espectro. En este caso, con el fin de ser capaz de generar el "rompecabezas," el espectro tiene que ser rectangular. Esto significa que todas las frecuencias en el pulso necesitan ser de la misma intensidad. Hay por supuesto algunas interferencias, pero no en los lugares donde realmente leer los datos
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