La historia se repite. Cuando salió el vídeo doméstico, hace un cuarto de siglo, las productoras dijeron que esta tecnología sería para el mundo del cine como el estrangulador de Boston para una mujer sola en casa. Pocos años después, las ventas y alquileres de películas en vídeo ya se habían convertido en la principal fuente de ingresos de esas mismas productoras que trataron de conseguir que dicha tecnología fuera declarada ilegal. En la actualidad, las ventas y alquileres en DVD, heredero directo del VHS, constituyen casi la mitad de sus ingresos.
Y ahora le ha llegado el turno al P2P. Primero nos enteramos de que la Warner empieza a ofrecer descargas de pago usando el protocolo Bittorrent. Ahora la Universal ha empezado también a ofrecer descargas de pago a través de la plataforma Pixbox de Terra, que también usa un protocolo P2P. Previamante, la Universal ya había empezado a ofrecer un servicio similar en otros países.
Ahora bien, mucho van a tener que cambiar en su negocio si quieren que les compremos. Las películas ofrecidas a través de Pixbox cuestan entre 9 y 17 euros, y llevan un DRM que sólo permite verlas en un ordenador y en un dispositivo portátil. Lo cual hace que estas ofertas resulten al consumidor tan poco apetecibles como un plato de espinacas podridas. Supongo que con el paso del tiempo aprenderán a hacerlo mejor, quitarán el DRM, y bajarán los precios. La pela obliga, y si no te compran no hay beneficio.
A título de curiosidad, los ficheros ocupan aproximadamante 1 giga.