Hadopi, el organismo antipiratería en la red de Francia por cuyo nombre se conoce la ley anti-P2P del país vecino, ha elaborado un informe en el que se vanaglorian de la gran disminución de las descargas en el último año. Sin embargo obvian que, pese a ello, los beneficios por la venta de contenidos en el último año han bajado.
El documento presentado por Hadopi resume los cambios en los hábitos de uso de Internet en Francia durante 2011 y con la ley antidescargas en marcha, correspondiente en una serie de tres avisos que son notificados cuando se detecta a un usuario compartiendo ficheros con copyright, y que llega a valorar la posibilidad de desconectar al internauta.
En el texto, citando fuentes de Nielsen y IFPI o NetRatings entre otros, se observa una disminución acusada en el número de ficheros compartidos en aquél país, así como una bajada de los visitantes a webs de enlaces de un 17%.
Por ejemplo, en referencia a los datos de ALPA, hay una reducción del 66% en el número de descargas de películas dentro de Francia. En términos más globales, en el país galo se cursa algo menos del 4,5% del total de descargas de películas en todo el mundo, una importante bajada respecto al 6,2% de enero de 2011.
Por lo tanto, concluyen que el miedo a ser detectado, recibir avisos y un eventual corte de la conexión parece hacer mella en el internauta francés. El 71% de ellos admiten que pararían de descargar si reciben una notificación Hadopi, mientras que las estadísticas muestran que ya el 95% de los 755.015 notificados no son reincidentes, es decir, no han tenido un segundo aviso.
En cualquier caso, y como bien apuntan en TorrentFreak, desde Hadopi se han limitado a ver una única cara de la moneda, sin dar datos de cómo le ha ido a la industria audiovisual durante 2011.
Pese a que se llevan años diciendo que la piratería es la que lastra las ventas, debería ser lógico que, con un 66% menos de películas descargadas en P2P, los beneficios subiesen.
La realidad marca que en Francia las industrias musical y del cine han visto reducidos sus beneficios en un 3,9% y 2,7% respectivamente durante 2011, puede que en parte por el auge de la compra de música digital por vías legales como iTunes o servicios como Spotify, que han ayudado a bajar los precios y significan un cambio de modelo, pero que de cualquier forma todavía están lejos de ser lo habitual.
