Ante la situación en la que los grandes operadores europeos no se deciden a invertir con fuerza en fibra óptica hasta el hogar, obliga a la Comisión Europea a proponer una consulta pública para forzar que el negocio del cobre deje de ser tan rentable.
Neelie Kroes, Comisaria de la Unión Europea para la Agenda Digital ha dicho que, para cumplir con los objetivos de hacer llegar banda ancha de muy alta velocidad que sea capaz de lidiar con los exigentes servicios on-line del futuro, hay que provocar que la antigua red de par de cobre trenzado no sea tan atractiva económicamente para los grandes operadores que la heredaron cuando se privatizaron.
La falta de un acuerdo para desplegar redes FTTH a gran escala viene, según Kroes, en buena parte causada por los actuales precios de los servicios mayoristas en una red ya totalmente depreciada como es el cobre.
Los propietarios de esta infraestructura hacen un buen negocio de elementos como el desagregado del bucle, y se mantienen en una posición cómoda donde la inversión en fibra a gran escala no es prioritaria mientras vayan sacando jugo a la ya exprimida fruta.
Sin embargo, a la hora de negociar que los precios de los servicios mayoristas vayan a la baja, los operadores tradicionales argumentan que se verían obligados a bajar el precio de las conexiones domésticas actuales para hacer frente a la competencia, haciendo difícil cobrar luego más por un enlace de FTTH que cubra la inversión.
Ante esta situación, la comisaria ha propuesto una regulación intermedia en la que se reducirían gradualmente los precios de acceso al ADSL en base a forzar a rebajar el precio que entre los operadores se pagan para desagregar el bucle.
Pero hay un truco: el operador dominante podría mantener los precios más altos en aquellas zonas donde se haya comprometido a invertir con fuerza para reemplazar el cobre por la fibra óptica. Por su parte, las áreas donde las redes antiguas no fuesen a ir cambiadas pronto, el operador alternativo pagaría menos por utilizar el cobre, reduciendo por tanto el precio de Internet.
Desde el lado de las empresas, esta apertura de una consulta pública no se ve con demasiado buenos ojos. Por ejemplo, la directora de la asociación europea de operadores ECTA dice que esto puede hacer subir los precios al por mayor en la fibra y un portavoz de British Telecom opina que ellos ya despliegan fibra todo lo rápido que pueden y no es necesario un incentivo extra.