Desde Navarra nos llega el desenlace de una rocambolesca historia que ha dejado sin ADSL a 2.000 clientes de varias operadoras. El motivo es la negativa de Telefónica a solucionar las vibraciones de los equipos de refrigeración de una central, que llevan cuatro años perjudicando la salud de los vecinos que viven en sus proximidades.
El Ayuntamiento de Berriozar, un municipio de 9.000 habitantes situado a 9 km. de Pamplona, ha clausurado "las máquinas condensadoras-evaporadoras y las torres de ADSL situadas en el local" donde se ubica la central telefónica de la localidad. Los ventiladores desconectados, eran los encargados de refrigerar los equipos ADSL de todas las operadoras, lo que automáticamente dejó sin servicio a todas las líneas de banda ancha del municipio, estimadas en unas 2.000.
El Ayuntamiento acusa a Telefónica de no hacer nada por evitar los ruidos durante los últimos cuatro años. En el comunicado colgado en su página web, el consistorio relata cronológicamente la batalla legal con Telefónica, que se ha limitado a recurrir todas las decisiones tomadas en su contra.
Antes de tomar esta medida el Ayuntamiento, consciente de que la interrupción del suministro de ADSL afectará a un número importante de vecinos y vecinas de Berriozar, ha requerido a lo largo de cuatro años a Telefónica que tome las medidas oportunas para subsanar su incumplimiento de la ley. Estos requerimientos han sido todos ellos corroborados por los tribunales en las ocasiones que Telefónica ha interpuesto recurso.
La gota que colmó el vaso llegó en la madrugada del 11 de marzo, cuando los vecinos llamaron a la policía local para que efectuara una medición sonora, que arrojó un resultado diez veces más fuerte que el máximo permitido. A raíz de este incidente, se decretó la clausura parcial de la central, respaldada por una orden judicial, "permitiendo exclusivamente la actividad de telefonía fija".
Aunque Telefónica fue notificada previamente, permitió que la clausura interrumpiera el servicio. La falta de conectividad sembró el caos en algunos servicios, como el centro de salud, hasta donde el gobierno foral tuvo que llevar un cable de fibra óptica provisional para mantener el servicio.
El ADSL del resto de clientes no se ha empezado a restablecer hasta 9 días después, gracias a que Telefónica ha instalado una unidad móvil desde un camión aparcado en un parking cercano a la central. Otros vecinos han mantenido el acceso a través de dispositivos de Internet móvil suministrados desde la tienda Movistar.