La CMT ha remitido al Gobierno un informe sobre la normativa de la licitación de las nuevas frecuencias para telefonía móvil. En él, se propone que los nuevos operadores que entren en este mercado con una porción pequeña del espectro puedan unirlo para competir mejor con los tradicionales.
Aunque aplauden la intención de que la banda ancha móvil se universalice con el objetivo de cubrir el 90% de la población rural con una velocidad de 30 Mbps antes de 2020, la Comisión del Mercado de las Telecomunicaciones considera que se deben aclarar aspectos como si con haber un sólo operador en una zona en concreta ya cuenta para el objetivo, o si tendrá que haber más de uno para que haya competencia.
En este sentido, se hacen recomendaciones para que se asegure un uso eficiente del espectro, como comprobaciones de cobertura o que las frecuencias que tengan asignadas hayan sido utilizadas por el operador durante el primer año.
Unir el espectro para incentivar la entrada de nuevos operadores
Sin embargo, ha sido en la posibilidad de explotación conjunta del espectro donde la CMT ha sido más crítica con la normativa que remitió la SETSI a la Comisión.
Aquí entran en escena las posibles nuevas incorporaciones al reparto espectral, que pese a obtener licencias, conseguirían en todo caso menos ancho de banda que el que actualmente tienen los tres operadores dominantes (Movistar, Orange y Vodafone), provocando que las redes de los alternativos no rindieran al mismo nivel que las de los tradicionales. Especialmente preocupa la banda de 800 MHz (la más interesante), donde sólo se licitan 60 MHz en bloques de 2x5 MHz, limitando mucho el número de operadores en las zonas espectrales mejores, ya que en las bandas de 900 y 1.800 MHz se subasta todavía menos espectro.
Ante esta situación, e imitando la propuesta que en su día hizo el regulador francés, la CMT propone que varios de estos operadores alternativos puedan unir sus licencias para compartir el espectro, creando una red inalámbrica única que explotarían conjuntamente. Así, estas empresas podrían ofrecer mejores velocidades.
La propuesta, de ser aceptada por el Gobierno, incentivaría una posible entrada en la subasta de las operadoras de cable, que unirían sus frecuencias a las de Yoigo, por poner un ejemplo. Hay que recalcar que no se pretende que se fusionen las empresas, sólo la red. Luego, cada uno de los participantes ofrecería sus productos de forma independiente.
Por último, la CMT recalca que la posibilidad de unir sus espectros no debería estar disponible para los que tengan más frecuencias asignadas y que hayan alcanzado el límite máximo. En este caso, se refieren a Movistar, Vodafone y Orange.