Los resultados anuales que Telefónica ha presentado esta mañana son espectaculares, con un aumento del 30% respecto a los del año anterior, lo que le lleva a marcar el récord de la multinacional española con mayores beneficios. Sin embargo, las cosas no han ido tan bien en su territorio natural, España.
En el capitulo dedicado a nuestro país, Telefónica se refiere a España como "un entorno marcado por un escenario económico desfavorable, medidas de austeridad y alta intensidad competitiva con fuerte agresividad comercial orientada a precios". Aquí los ingresos de la compañía descendieron un 5%, aunque tanto los clientes de móvil como los de banda ancha fija aumentaron ligeramente, con un 3,3% y 4,5% respectivamente.
Pero si nos fijamos en la evolución de los accesos mayoristas, es evidente el trabajo erosionador que los alternativos están haciendo en las cuentas de Telefónica. En un año, los bucles desagregados (líneas ADSL que pasan de Telefónica a los equipos de un operador alternativo) han aumentado un 29,7% y son ya más de 2.213.000 millones de usuarios los que han abandonado al operador histórico.
Sin embargo, el crecimiento más espectacular, se ha producido en aquellas zonas más aisladas donde tradicionalmente Telefónica ha sido el único operador que presta servicio. El ADSL indirecto (prestado en parte por Telefónica pero revendido por otros operadores) aumentó un 56,4% en tan sólo un año, pasando de 359.000 usuarios a finales de 2009 a 561.300 al cierre del 2010.