En los últimos meses ha cambiado mucho el panorama de la banda ancha en nuestro país. Gran parte de la red de Ono ya tiene acceso a los 50 Mb, Movistar ha aumentado la velocidad del FTTH a 50/5 y ambas operadoras prometen conexiones de 100 megas. Pero ahora, el desafío de la super banda ancha es crear contenidos y servicios a su altura, para que los usuarios demanden este tipo de conexiones. En Portugal, país pionero en el despliegue de redes de nueva generación, la batalla por la velocidad ya está dando paso a la batalla por los servicios.
Un caudal de 50 o 100 Mb tiene sentido cuando se le va a sacar partido. Para los consumidores compulsivos de descargas directas será un paraíso, pero en realidad no todo el mundo se pasa el día con el uTorrent o el JDownloader echando humo. La mayoría de usuarios hace descargas puntuales, y el resto del tiempo no necesita un gran caudal, así que le falta una verdadera razón para pagar el sobreprecio que supone una conexión de más de 20 Mb.
Sólo hace falta pegar un vistazo a lo que hacen nuestros vecinos portugueses para darse cuenta de que de nuevo van por delante, ya no sólo en velocidad (allí tienen 1 Gbps. desde hace un año y por ejemplo Vodafone comercializa 300 Mbps), sino en aplicaciones.
Portugal Telecom, el exmonopolio luso, lanzó a mediados del 2009 la marca MEO, exclusivamente para comercializar la nueva red de fibra óptica hasta el hogar. Desde el primer momento lanzó 100/10 Mb (aquí Telefónica ofrecía 30/1 Mb por entonces) y en los dos años transcurridos el despliegue ha sido intenso, con 1 millón de hogares cubiertos en la actualidad, de los 3,5 millones que hay en todo Portugal. Hace unos días anunció la extensión a otros 600.000 hogares, ampliación que curiosamente se financiará con dinero procedente de la venta de su filial brasileña a Telefónica (desinvertir en el extranjero para invertir en local, lo contrarío que en otras longitudes).
Pero para que la inversión en la nueva red ultrarápida sea rentable, la gente ha de contratar las conexiones que sobre ella se ofrecen. Y para que esto ocurra, primero hay que dar al usuario razones que lo motiven.
A modo de autoflagelación, resumimos (sin excesivo rigor) algunas de las diferencias entre lo que ofrecen dos exmonopolios a ambos lados de la península ibérica.
| - | Telefónica | Portugal Telecom |
|---|---|---|
| Máxima velocidad contratable | 50/5 (pronto 100/10) | 200/20 |
| TV en HD | Si | Si |
| TV en 3D | No (prometido) | Un canal gratuito |
| Juegos en la nube | No | 9,9 €/mes por acceder a todos los juegos del catálogo |
Televisión en 3D
Meo ofrece un canal experimental en 3D. Es gratuito para todos los clientes de TV con un decodificador en HD. Como curiosidad, también pueden verlo los clientes de ADSL con un bucle en condiciones. Entre los eventos deportivos emitidos recientemente se encuentra el mundial o el Roland Garros.
Lógicamente es necesario un televisor en 3D y sus correspondientes gafas. No requiere un decodificador especial, simplemente debe conectarse el MEOBox por HDMI.
Juegos en la nube
Pero el servicio más innovador de Meo se ha lanzado esta semana. Muy pocas operadoras en el mundo pueden presumir de ofrecer una tarifa plana mensual que permita jugar ilimitadamente a una selección de juegos recientes. En el catálogo se pueden encontrar títulos de Activision, Atari, Disney, Capcom, Codemasters y otros.
El servicio, gestionado por Playcast (competencia de OnLive, de la que ya hemos hablado en alguna ocasión), utiliza un granja de servidores ubicados en los centros de datos de Portugal Telecom para ejecutar los juegos remotamente. Estos reciben las señales de movimiento del jugador y devuelven un stream de vídeo que es el que ve el usuario. Gracias a la enorme capacidad del FTTH y la ínfima latencia de la fibra (del orden de 2 a 8 ms.) la experiencia de juego es similar a jugar en local, con la ventaja de no tener que comprar el juego ni instalar el software.
Todo ello con un precio muy interesante: tarifa plana de 9,9 € al mes, sin limitación de tiempo ni títulos.
