El regulador de las telecomunicaciones británico ha abierto una consulta que plantea la apertura de las bandas de frecuencia en desuso por la TDT para descongestionar las que se emplean para las redes Wi-Fi actuales, cuya densidad de uso es tal que ya empieza a saturar el espectro que utilizan.
Esta tecnología, llamada por el nombre de "espacios blancos" (White Spaces), se centra en utilizar parte de las frecuencias entre los 500 y 800 MHz de excelentes propiedades de propagación que actualmente no están en uso por los múltiplex de TDT para abrirlas a su uso libre y sin licencia.
Cobertura Wi-Fi de gran alcance
La consecuencia primera de este proceso sería la aparición de electrónica capaz de dar cobertura inalámbrica para conexiones de datos con mayor alcance, como por ejemplo routers Wi-Fi con un área de cobertura grande, redes de banda ancha a nivel metropolitano o para dar Internet de mayor velocidad a las áreas rurales sin apenas inversión.
Otra razón por la que se estudia hacer este cambio es, como ya hemos comentado, tener más zonas dentro del espectro para situar las redes inalámbricas, que en la actualidad se apelotonan entorno a los 2,4 GHz o 5 GHz, lo que está empezando a causar en zonas muy densamente pobladas y un funcionamiento de las comunicaciones Wi-Fi un tanto errático o, como mínimo, una caída del rendimiento bastante elevada.
La propuesta se basa en la geolocalización
El sistema que Ofcom, la CMT de Reino Unido, plantea es bastante sencillo de entender, y es más o menos lo que ya vimos en un artículo anterior que se proponía en Estados Unidos.
En esencia, se definen dos tipos de dispositivos, uno "maestro" (por ejemplo, un router doméstico) y otro "esclavo" (típicamente un portátil). El maestro consulta una lista de bases de datos gestionada por Ofcom (1 y 2) que guardan la información sobre las frecuencias que usan las cadenas de televisión o equipamiento del estilo de micrófonos inalámbricos. Por lo tanto, estas bases de datos saben en una zona determinada qué frecuencias están libres y, por tanto, son candidatas a ser asignadas a un nuevo enlace de datos bajo demanda.
Después de que el maestro sepa qué base de datos le conviene más por geolocalización, pasa a definirle a ésta el tipo de dispositivo del que se trata y su localización geográfica (3). Con estas especificaciones, la base de datos responde con las frecuencias y niveles de potencia que puede utilizar (4) para no interferir con las señales de televisión u otros canales de datos que haya funcionando.
Tras ello, los dispositivos esclavos se ponen en contacto con su maestro (5 y 6), a través del cuál conocerá qué restricciones tiene (definidas por la base de datos) para iniciar la comunicación.
Ofcom, que recibirá propuestas de los sectores implicados hasta el 7 de diciembre, es el primer regulador que ha planteado esto de forma abierta en Europa.