Las palabras de Julio Linares, consejero delegado de Telefónica fueron malinterpretadas "con fines oscuros". La operadora asegura que en España las tarifas planas no pueden desaparecer por que "no existen". En realidad, lo más preocupante de la presentación de Telefónica que ha incendiado la red, no es el fin del consumo ilimitado, sino los planes para crear dos tráficos diferenciados sobre la red, rompiendo así con la neutralidad.
Linares abrió el lunes las jornadas sobre telecomunicaciones que se celebran hasta hoy en Santander. En su ponencia expuso la visión de Telefónica sobre la evolución del uso de la red. Según la operadora se trata de reflexiones "globales" dirigidas a todos los operadores, que no se restringen sólo a nuestro país.
Suben los gastos por tráfico, pero no los ingresos
La presentación de Telefónica se centraba en dos aspectos. El primero hacía alusión a cómo el crecimiento de los gastos destinados a ampliar la red para soportar cada vez más tráfico no se están viendo correspondidos por un aumento de los ingresos. La operadora asegura que esto provocará la quiebra del sistema a medio plazo. La solución es dar "más valor a cada bit" con tarifas segmentadas según el uso que vaya a darle el usuario. Hay que destacar, como puede verse en el gráfico que muestra las soluciones propuestas, que el colapso de tráfico se refiere principalmente a las redes móviles. En las fijas el aumento del tráfico vendrá motivado por el vídeo, a medida que se popularice la televisión por Internet.
El otro aspecto es acerca de el modelo de intercambio de tráfico entre operadores que rige en internet desde su creación, por el cual dos partes se benefician mutuamente al intercambiar trafico directamente. Telefónica cree que se ha roto la simetría entre las partes y que una (el proveedor de contenidos, léase Google) se beneficia mucho más que la otra. Además este modelo gratuito no anima a "racionalizar el tráfico".
La tarifas planas ilimitadas móviles no existen
Lo preocupante de la exposición de Telefónica no es realmente si se acaban o no las tarifas planas. Coincidiendo con lo que asegurábamos hace unos días, la versión de Telefónica es que a diferencia de Reino Unido o EEUU "en España las tarifas planas ilimitadas no existen". "Ya se está pagando en razón de lo que se consume: en el caso del móvil existen tarifas con límites de consumo y en el caso de banda ancha, límites de velocidad", asegura la operadora, que no comprende la reacción de los medios a las palabras de Linares. "Solamente insinuaban lo que en un futuro podría llegar a ocurrir de forma global, tal y como está creciendo el consumo, principalmente en red móvil".
La existencia o no de una tarifa plana la decidirá el mercado. Afortunadamente en España tenemos competidores fuertes que sí están apostando por tarifas móviles poco restrictivas respecto a los límites, así que las propias leyes del mercado obligarán a los operadores a no empeorar las condiciones si no quieren perder competitividad. Si esto ocurre gracias a un movimiento pactado, los organismos que vigilan la competencia, como la CMT, tendrán que intervenir.
Romper la neutralidad para hacer la red más rentable
En realidad la parte más preocupante de la exposición de Telefónica es su estrategia para poner en valor cada bit, porque se basa en diferenciarlos. Como se ve en el gráfico de la derecha, una de las opciones que baraja Telefónica es la creación de dos tráficos sobre la misma red. Uno sería la Internet que hoy conocemos y por encima de este tendrían prioridad los "servicios gestionados" que evidentemente estarían mejor pagados, por el usuario o por el proveedor de contenidos. Y esto, a pesar de que Telefónica asegura que sólo es "gestionar la red", si sería una rotura en toda regla de la neutralidad, que dejaría en manos del operador la capacidad para decidir que parte de la red es más accesible para sus clientes.
