Es una opinión común entre los usuarios de telefonía móvil que la calidad de la cobertura de Orange es inferior a la de Movistar y Vodafone. En este artículo te explicamos las razones históricas que han situado a Orange en situación de desventaja respecto a los otros dos grandes operadores y como el Gobierno tiene ahora en sus manos la oportunidad de evitar estos problemas en el futuro.
La última encuesta de Facua sobre la calidad de las compañías móviles preguntaba a los participantes si tienen problemas frecuentes de cobertura con su operador. Los resultados confirman que la cobertura ofrecida por Orange es inferior a la de Movistar y Vodafone. En realidad no es que Orange sea más malo que el resto. Más bien hay una explicación "científica".
Dos grandes desventajas para Orange
Las primeras licencias GSM se adjudicaron en el año 1994 en la banda de 900 MHz. Los adjudicatarios fueron Telefónica (que ya operaba con el sistema de telefonía móvil analógica MoviLine) y Airtel (ahora Vodafone). Amena (ahora Orange) no operó hasta el año 1998, cuando se repartieron las segundas licencias GSM.
El problema de ese segundo reparto es que las frecuencias que se otorgaron no fueron en la banda de 900 MHz, sino en una más elevada, de 1800 MHz. En este segundo reparto, también obtuvieron más frecuencias Movistar y Vodafone.
De esta forma, la actual Orange, inició el despliegue de su red con dos grandes desventajas competitivas. La primera, que al empezar 4 años después que las otras operadoras, la cobertura de su red propia era muy inferior a la que ya tenían sus competidores. La segunda tiene que ver con la banda de frecuencias empleada, un problema que la operadora sigue arrastrando en la actualidad.
Por qué la batería dura menos con el 3G
Las ondas de radio en frecuencias más bajas, como la de 900 MHz, tienen una mayor penetración a través de obstáculos y menor atenuación de la señal conforme nos alejamos de la estación base. Por contra, los 1800 MHz tienen una cobertura mucho más limitada debido a que la atenuación aumenta a medida que lo hace la frecuencia.
Esto conlleva varios problemas:
- Una red en 1800 MHz necesita desplegar más celdas que una de 900 MHz para cubrir una misma zona.
- El radio de cobertura de cada estación base es menor
- La cobertura penetra con mayor dificultad en interiores
- Los móviles tienen que emitir con más potencia para compensar el menor nivel de cobertura
- Al emitir con más potencia, la batería del móvil se consume más rápidamente
Si nos fijamos, estos problemas ya los tienen los móviles cuando trabajan en la banda 3G, muy próxima a los 1800 MHz, exactamente en 2100 MHz. Menos cobertura y reducción drástica de la duración de la batería.
Mientras que Movistar y Vodafone siguieron empleando principalmente la banda de 900 MHz y sólo han recurrido a la de 1800 MHz en las zonas donde necesitan más espectro para atender la demanda (zonas con mayor densidad de usuarios), Orange se vio obligada a basar todo el despliegue de su red en una banda con propiedades muy inferiores a la que utilizaban sus competidores.
Esta situación se quedó así hasta el año 2005, cuando el gobierno repartió nuevos bloques en la banda de 900 MHz y otorgó frecuencias a Orange. 12 MHz frente a los 32 y 24 que tienen respectivamente Movistar y Vodafone.
En el informe sobre el refarming, dividendo digital y nuevas adjudicaciones que la CMT realizó para el Ministerio de Industria, revela el porcentaje de estaciones que cada operador emplea en cada banda y puede comprobarse como Orange ha arrastrado el problema desde entonces.
En la actualidad, la amplia mayoría de zonas con cobertura GSM de Orange sigue trabajando en la banda 1800, lo que implica cobertura de peor calidad y más consumo de batería para los usuarios.
¿Culpa de Orange o de la Administración?
El reparto de los recursos radioeléctricos que hace la Administración, modela y condiciona el mercado de la telefonía móvil del futuro. Si se hace mal, se da ventaja a unos pocos sobre el resto de operadores.
En los próximos meses el gobierno autorizará el refarming (nuevo reparto de la banda 900), el dividendo digital (reparto de frecuencias libres tras el apagón analógico o banda 800) y la nueva banda 2600. Los operadores que obtengan frecuencias en las bandas 800 y 900 tendrán libertad para utilizar cualquier tecnología: GSM, UMTS, LTE o WiMAX. Esto hace que el próximo reparto sea el más importante de todos los que se han hecho hasta la fecha y condicionará profundamente el futuro de la telefonía móvil de este país.