A lo largo de los últimos meses Google ha recibido 1.100 candidaturas y 200.000 respuestas a su anuncio realizado en febrero de construir una red experimental de fibra hasta el hogar FTTH con conexiones de 1 Gbps. El buscador asegura que la gente ha mandado "un mensaje alto y claro": los usuarios están "hambrientos" de accesos de banda ancha mejores y más rápidos.
La acción le ha salido bastante bien a Google. Su intención no es hacer un despliegue masivo que compita con las redes de las operadoras tradicionales. El verdadero objetivo de la iniciativa es concienciar a la sociedad de la necesidad de una banda ancha más rápida, lo que beneficiaría a los usuarios y también a empresas como Google, que necesitan más caudal para hacer llegar todos sus servicios (actuales y futuros) hasta los hogares.
El equipo que lleva el proyecto de la fibra dentro de Google ha creado un sitio web para agradecer la respuesta ciudadana y para promover y orientar a aquellas comunidades que deseen poner en marcha iniciativas similares, con recomendaciones sobre como exigir a sus cargos públicos que contemplen el despliegue de fibra en cualquier obra civil que se realice en las calles.
Google demuestra en un vídeo como es posible desplegar la fibra con la mínima obra civil mediante el sistema de microzanjas, que consisten en realizar una pequeña ranura en la calzada, de unos pocos centímetros de anchura, dentro de la que se introduce la fibra, cubriendo de nuevo el asfalto.
En España son aún escasos los Ayuntamientos (Miguelturra, Viladecans, o Quintanadueñas) que han entendido que si no despliegan ellos mismos su fibra nadie lo hará en muchos años. Los operadores tradicionales se centran en los núcleos con mayor densidad de población mientras que miles de municipios de tamaño medio tendrán que esperar mucho tiempo para que la iniciativa privada se interese por ellos.