Implantar la respuesta gradual no va a salir gratis. Lo dice el principal ISP francés Orange y lo secundan los alternativos, que protestan por las dificultades técnicas que plantea dejar sin Internet a un usuario que aún tendrá derecho a utilizar el teléfono y la TV de pago.
Orange estima que adaptar su infraestructura a los requisitos de la respuesta gradual costará 13 millones de euros al año. SFR lo cifra en 10 millones. El total para los cuatro principales operadores será de 40 millones de euros anuales. Teniendo en cuenta que en Francia hay 17,1 millones de clientes de acceso a Internet, el coste será de 2,33 euros al año por conexión.
La ley, que se espera entre en vigor antes del verano, especifica que los usuarios que descarguen material protegido por derechos de autor recibirán un email de advertencia. Si el aviso es ignorado, se suspenderá el acceso a Internet por un periodo que puede ir de dos meses a un año. Pero los clientes de ofertas triple play deben poder seguir utilizando el teléfono y la TV de pago. Esto según Orange exige cambios internos en sus sistemas de gestión y en el router del cliente que acarrearán gastos.
El gobierno responde que aún es pronto para hablar de costes ya que se está realizando un estudio sobre el impacto económico de la medida. No se descarta que los contribuyentes acaben financiando parte o la totalidad del coste de la respuesta gradual.