Cuenta la CMT en su blog el mundo de posibilidades que se abre con el FTTH para el internauta a través de la experiencia de un periodista de la BBC, Darren Waters, que está contando día a día su experiencia con la banda ancha de 50 megas de Virgin y cómo funciona todo: jugar online con su Xbox mientras su mujer mira canales de la tele en alta definición y el portátil está descargando algunos programas de la BBC. Lo que no cuentan es que con las pírricas velocidades de subida y las asimetrías tan acentuadas, la revolución que supone que "nosotros" pongamos el contenido en la Red, queda totalmente cercenada.
Los ejemplos que encontramos son todos pensados para la descarga exclusivamente, o para el streaming. Cierto es que con la llegada de la "alta definición", con reproductores cada vez más baratos, el ancho de banda se antoja imprescindible; también para poder acceder a contenido que cada vez ocupa más GB en vez de MB pero la subida es fundamental, no sólo para nuestra generación de contenidos, sino también para actividades como el juego online o el P2P.
El guiño a las ofertas de Telefónica por parte de la CMT es claro. El trabajo que le queda a este organismo por delante es todavía ingente y no debemos caer en la autocomplacencia.
