Esta noticia ha levantado cierto revuelo por considerarse desde algunos sectores que vulneraba el constitucionalmente garantizado secreto de las telecomunicaciones. Esto no es así y basta con detenerse a leer con detalle la sentencia que anula la dictada el pasado 2 de mayo de 2007 por la Audiencia Provincial de Tarragona que absolvió a una mujer acusada de un delito de facilitación de material de pornografía infantil. Literalmente, dice al Alto Tribunal:
Quien utiliza un programa P2P, en nuestro caso eMule, asume que muchos de los datos se convierten en públicos para los usuarios de Internet, circunstancia que conocen o deben conocer los internautas, y tales datos conocidos por la Policía, datos públicos en Internet, no se hallaban protegidos por el artículo 18-1º ni por el 18-3 de la Constitución (…) el acceso a dicha información, calificada de ilegítima o irregular, puede efectuarla cualquier usuario (…) Por todo ello, debe quedar patente que al verificar los rastreos la policía judicial estaba cumpliendo con su función de perseguir delitos y detener a los delincuentes que los cometen, siendo legítimos y regulares los rastreos efectuados.
Efectivamente en ningún momento se vulnera a la Constitución. Cuando una persona sirve archivos a través del eMule en el P2P mantiene un nick público que puede verse sin necesidad de ningún hacking ni autorización previa. Es después cuando los Cuerpos y Fuerzas de Seguridad del Estado, acuden a los magistrados a pedirles que autoricen la conversión de esos nicks en nombres de personas. En programas como el uTorrent, es aún más fácil. Y así ocurrió en este caso justamente. Dicho listado fue presentado en un juzgado de Sevilla al que reclamaron una orden para que los proveedores de servicios de internet identificasen al titular.
Lo que puede ser discutible es el método empleado. No es la primera vez que descargando una película de éxito a alguien le llega pornografía infantil que, por la naturaleza del software, comparte desde el primer momento y se ha visto en comisaría el fin de semana. Pero eso no tiene que ver con la intimidad que sigues manteniendo en todo momento.