El Plan Amigo de Vodafone se convierte en el más agresivo de los ofrecidos por las operadoras al abrirse a todo el mundo, sean o no clientes, y ofrecer más dinero cobrable en metálico que nadie.
Clientes y comerciales
Vodafone se prepara para encabezar una ofensiva comercial que haga crecer de nuevo a la compañía, una vez los nuevos dueños representando a Zegona tomen los mandos. Lo hace mejorando tarifas de su marca principal y secundaría Lowi, pero también potenciando su entramado comercial. Como hace todo el sector, la compañía compensa a sus distribuidores y comerciales con una comisión cada vez que cierran una venta, pero este modelo poco a poco se está abiendo a cualquier persona que quiera hacerlo de forma independiente.
La idea original del Plan Amigo, utilizado por numerosas operadoras, es que los clientes actuales utilicen el boca a boca para recomendar los servicios de la empresa a familia, amigos y conocidos, premiándolos con descuentos en factura por cada amigo que contrata. Sin embargo, en el caso de Vodafone, su Plan Amigo va mucho más allá.
Condiciones del Plan Amigo de Vodafone
La operadora comunica que ha reforzado esta estrategia añadiendo varias características que convierten a su Plan Amigo en el más agresivo y generoso. No solo por la cantidad pagada por cada amigo, sino por la laxitud de sus condiciones.
La primera es que, sorprendentemente, para beneficiarse el programa no es necesario ni ser cliente. Cualquier persona que sepa vender es apta para generar comisiones. Al contrario de lo que indica el nombre, tampoco es necesario que el nuevo cliente sea un conocido, ya que funciona a través de un enlace de afiliado que no revela ningún dato del vendedor. Además permite elegir quién se queda la comisión, si el que vende, el que compra o se reparte simétricamente.
Para validar un alta solo es necesario que el nuevo cliente complete un ciclo de facturación y a partir de ahí esperar 30 días para que la empresa externa que gestiona el programa, Aklamio, confirme la operación y genere el pago.
No se trata de un pago en descuentos, sino en metálico, que se transfiere a cuenta bancaria o de PayPal. El hecho de que no haya límites convierte a este programa en un auténtico negocio para quien sea capaz de sostener la captación de clientes.
Así, un cliente que contrate una línea individual de móvil o de fibra supone 50€ de ingresos, mientras que si es una tarifa combinada que incluye ambos servicios, el pago es de 100€. Como bonus, si se reúnen 3 clientes con paquetes combinados, se añade un "jamón Gran Reserva de Salamanca (peso aproximado 7kg) valorado en más de 650€". ¿Quién da más?
